Se trata de una novedosa técnica que ofrece la garantía de producir una lisis del tejido fibrótico y una neurólisis electroquímica de la hiperinervación anómala del tendón y paratendón degradado, induciendo la respuesta inflamatoria necesaria para su regeneración y curación. La disociación de los elementos básicos constituibles del tejido degradado (tendinosis) permite la formación de estructuras neomoleculares con características líticas, además de favorecer la reducción de la presión oncótica y edema mediante la licuefacción de los catabolitos destruidos.
La EPI® permite realizar un tratamiento focalizado del lugar de la lesión (la intervención no supera más de 5 mm), al igual que tener contacto directo con el tejido degradado o deteriorado, de tal forma que produce una licuefacción favoreciendo el tránsito de las células fagocíticas hacia la lesión inducida. La reacción electroquímica en la región degenerada producida por la EPI® favorece la disminución de la concentración de protones, modificando el pH y aumentando la presión parcial de oxígeno en el tendón degenerado.
En definitiva, la EPI® activa los mecanismos de curación del tendón que estaban pseudoparalizados. Actualmente la técnica EPI® se está aplicando en patologías del sistema musculo-esquelético: ligamentos, tendones, músculos y fascia con resultados excelentes.